Omnisciencia

"La vida es tal y como nunca imagine".
  

Quien vive la vida espiritual vive intensamente cada minuto, cada experiencia, cada relación personal; transciende su dimensión física y vive cualitativa mente distinta. Es lo que una mente absurda en un jueves de esperanza se le ocurre. Luego de un jueves de esperanza el viernes será de fiar en un universo visible... No al vacío existencial. Sí a la vida. Positivo siempre.
  

Lo que escribo lo siento bien adentro, y no obedece a una fe religiosa ni a una respuesta luego de una reflexión. Lo que escribo tiene su origen en mi ''yo'' superior. Es mi fuerza espiritual que emerge de lo más profundo de mi ser para justificar lo que no tiene explicación por ser un mal chiste. Yo soy malo para los chistes, no hablo de contarlos que mi gracia es una desgracia. Hablo de entender los chistes. Supongo que los hay buenos y malos. Lo que sé de cierto que los hay que no hay Dios quién los entienda... Te lo cuentan y te queda una cara de idiota que si te apuñalan no sangras. Más que un chiste malo es la destrucción de la sinfonía de la vida. Y luego está la espera que desespera. Lo cierto es la vida es como es, se imagine o no. Le pongas cuarto y mitad de esperanza o tires por la calle del medio. Un mal chiste adquiere su verdadera dimensión ante los retos que la vida nos depara. Si nos paramos a pensar nada o casi nada de lo que nos ocurre es deseable, pero lo vestimos de lagarterana, lo maquillamos y "tira y vamos". Y a esperar. Descifrar lo que se ignora, lo que habita como intruso en nuestro cuerpo. ¡Joder, dona, ahora sí que estamos jodidos de verdad!. Cuando presto atención a lo que escribo, siento voces indescifrables. Es lo que ignoro, es lo que la santa poesía no me explica. No son palabras, es el sonido del viento, el murmullo de la noche desvelada. La noche desvelada si no es por amor es un estruendo confuso.
 

Tengo escrito por ahí que nuestra existencia es macabra, pero cuidado, la alternativa siempre será peor. Los carencias en la vida solo se curan con amor, pero el cuerpo es débil y la mente frágil, como el amor cuando no se tiene.
 

Eres real y verdadera, existencial, percibo en ti un testimonio que no es alegría sino desconsuelo... La María: su amor, la suprema justicia. Omnisciencia. Aún te queda amor que regalar. (Si me necesitas ya sabes: sé con quién hay que hablar).