Mi niña y mis sueños

La niña de mis ojos hoy vino a comer. Me dio una gran alegría, me encanta estar todos juntos sentados a la mesa. Hablamos de sus cosas y del trabajo. En el trabajo está bien (jodida, con perdón) y ahora la cambian de destino. Estará igual más o menos, porque de lo que se trata es de trabajar, y ella trabaja, y en lo que le gusta, pero la engañan en todo: en el salario y en las funciones que la obligan a desempeñar. SMI por 8 horas que al final del día son 10. Y agradecida. Ellos, lo saben, saben que hay 6,5 millones de parados, evidentemente que lo saben, y se aprovechan de la situación. Necesitan trabajar. Y en eso estamos, cantando las miserias de unos empresarios sin escrúpulos que no se conforman con ganar de acorde a la crisis que padecemos, sino como los buenos tiempos que vivimos. El asunto tiene mala solución. Hoy tenemos en el paro 98.500 trabajadores menos, y eso es una buena noticia. La mala que son temporales y que pasando el verano volverán a engrosar las listas del paro.

 

Lo siento, mi niña, pero has de ser fuerte. A fin de cuentas eres una trabajadora afortunada. No desesperes. Y recuerda que nada ocurre por casualidad, que no hay mal que por bien no venga... Te identifican como una excelente trabajadora aunque no te consideran como tal. Pero tienes trabajo.

 

A quienes han olvidado que el activo más importante que tienen las empresas son sus trabajadores, decirles que son unos sinvergüenzas. Vivimos tiempos oscuros de engaño y fraude, pero juntos podemos, todos juntos saldremos de esta, y que el pueblo unido jamás será vencido. (Si hace media vida me dijeran que volvería a hablar así hubiera muerto oculto en la desesperanza lleno de rencor).