sábado, 1 de junio de 2013

Avísame si vuelves

Si los ecologistas exigen la recuperación del medioambiente, yo exijo el tiempo perdido. El mío. Y con él mis deseos, mis anhelos, mis metas, mis esperanzas, mis sueños para urdirlos de nuevo y convertirme en una persona creíble a todas luces en lo que me quede por vivir. Y sobretodo recuperar a quien me amó. Me gustaría que quien me amó me acompañase. Juntos podremos transformar de forma racional las aspiraciones que podemos tener respecto al tiempo que viviremos sin que nadie nos convierta en unos pringados. Quiero compartir la vida que me queda por vivir y disfrutar de ella. Vivir cada instante con plenitud de conciencia aferrándome solo a los buenos momentos. Quiero recuperar el tiempo perdido.

La vida no me ha tratado como un ciudadano libre. Nada me ha regalado, he pagado por cada capítulo de mi vida el precio que me han pedido. He perdido mucho tiempo. Ahora, en la cumbre de mis aspiraciones, y dado que apenas me queda tiempo para seguir soñando, quiero disfrutar de la vida sin complejos. Sé que en una cultura tan acostumbrada a prejuzgar, tan amarrada a las últimas tendencias del colindante, a los procesos evolutivos de la historia que se repite, al dominio a base estupidez sin creatividad, a la hipocresía, el tiempo representa un desafío fundamental.

Corremos a través del tiempo y no podemos parar. Es consecuencia del estrés, es una verdad como la copa de un pino (no me imagino cómo será una verdad como la copa de un pino. Qué extrañas algunas verdades), el estrés se apodera de nosotros y, acumulado, le obligamos a actuar... Un convinado contranatural. Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué y para quién organizamos y dedicamos nuestro tiempo? Creo que deberíamos volver a la escuela con otros maestros, nos hace falta reeducarnos, además de un entrenamiento distinto para llegar a ser dueños de nuestro tiempo.

Quiero ser el dueño de mis actos, el dueño de mi futuro. Quiero ordenar mi vida e intentar alcanzar mis proyectos. No me puedo permitir entregar más sueños por falta de tiempo. Quiero tenerlo previsto y estipular mis sentimientos sin ser una máquina del tiempo al servicio de los demás. La vida no me ha tratado honestamente. Quiero escribir mi futuro y tener mi propia librería. Quiero tomar el control de mi vida.

Hay quien piensa que al organizar su tiempo pierde su espontaneidad. En realidad, la persona dispone de completa libertad para organizar su vida. Organizarla a su antojo. Para eso hay que ser audaz y creativo. Y confiable. Mi vida tendrá el mismo límite que la tuya, tú organizarás mi vida. Por favor, perdona y no me desaproveches: aún tengo tiempo que regalarte. Sin ti no soy nada. (Avísame si vuelves).

2 comentarios: