domingo, 2 de junio de 2013

Al morir la tarde

Todos tenemos nuestros asuntos inaplazables y nuestros sentimientos; algunas penas y otros descuidos. Sin saber por qué, los sacamos a pasear como tema de conversación preferido. Inconscientemente, hablamos sin darnos cuenta que alguien nos escucha o lee. Es contraproducente hablar de ellos en todo momento. Un día vale, otro también, pero más cansa, y sin darte cuenta haces que tus interlocutores se sientan incómodos. Si te das cuenta a tiempo, digo a tiempo de que se vayan y te dejen con la palabra en la boca, callas, y entonces te viene a visitar un estado de ánimo depresivo. Lo suyo sería hablar con alguien que sepa escuchar y aconsejar. Pero es difícil encontrar ese alguien. Cambiar de proceder suele dar resultado al morir la tarde. Y ser feliz. Hay gente que es feliz y no se entera. ¡Joder, dona, no me sale nada romántico!.

4 comentarios:

  1. Para eso están los sicólogos, para hablarles y que te escuchen, pero ... no vale. Besicos.

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  2. Claro que no vale. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. Encontrar a alguien que te escuche es complicado porque a todos nos llega a cansar algo -incluso los lamentos de mi amiga- cansan y te alejas. Lo he experimentado el por eso que si escribes de lo que te aqueja en tu blog es cansado para los que te leen pero entonces si ya no puedes escribir en tu blog ni hablar de ello con tu familia ni amigos, ¿qué hacer?

    Fácil

    Lo escribes, lo guardas en borrador y listo, entonces sacaste lo que traías y eres feliz así ya no se muere ni la tarde sino ves que el día ya se va a dormir.

    Un abrazo con beso agradecido.

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