viernes, 21 de junio de 2013

¿Adónde vamos sin apego ni justicia?

De las religiones y de una sociedad que no tiene claro a dónde va, atrapada en un mundo sin apego ni justicia, cada vez más sola, opinaba ayer, y sin embargo, hoy te quiero más amor, desde mi atalaya, eso sí. Sin dejar de ser insolidaria sociedad donde la empatía, la moral, el irrespeto a las leyes y más a la propia vida humana se ha convertido en un estilo de vida.
 
Es de preocupar que estas prioridades se echen al olvido, que no en falta, y más si se pretende ignorar los cimientos sobre los cuales se han levantado a través de la historia. Vivimos en un mundo sin ley, desalentador y sin espíritu. Hoy es viernes de fiar y he de cumplir con la fidelidad, así que tendré que medir bien mis palabras. Además, porque es un día que renuevo esperanzas. Que algún día tendrá que ser, que no va a ser solo esperar por un porvenir que nunca llega... ¿Qué no jode estar pegado a un teléfono que no suena? Tanto o más que a un político respetar las leyes y el erario, o los poderosos defender sus guerras preventivas. Supongo que el mayor compromiso que un político puede adquirir con la sociedad es ser sincero y humano. Y no sé yo, porque parece imposible ser humano en el Congreso. Digo sin mala intención, pero no se aprecia mucha empatía ciudadana en el Congreso, y solidaridad por la calle, en el solo hecho de cruzarse con un vecino y no saludarlo con una sonrisa en los labios, ¿será por ser vecino? Quizá si fuera de otro país, ¿saludaríamos de mejor gana a un extranjero? Corren malos tiempos para todos... El humano ser necesita goces puros y sanos que estén dentro de lo humano; digo humano y pienso en la naturaleza, puesto que el dinero lo envenena todo y lleva al hombre a pensar que sus gustos solo los puede satisfacer con poder, y actúa de manera irrespetuosa con la naturaleza, sin escrúpulos con lo indefenso, ni fe en su dios, ni en sus obligaciones para con la sociedad a veces impasible. El hombre que no hay quién lo detenga ni peligro que lo espante. Entonces, ¿cuándo fue que un ciudadano comenzó a ignorar lo que dispone la ley? Los medios de comunicación nos presentan un panorama desalentador... Los dueños de casi todo no tienen piedad. Con el poder de un dios sobre la ciudadanía les prima el "yo" individual sobre el "nosotros" del bien común por más que manipulen sus promesas. Solo les importa alcanzar sus fines y acumular más de todo. Eso y nada más, y pasan de las minorías y de sus problemas vitales, verdaderas necesidades del pueblo. Se desbordan las pasiones que sustentan las ambiciones personales partidarias de los porcientos. Y luego está la calidad de vida (Estado de Bienestar), el llegar a fin de mes, la sanidad, la educación, no me canso, y el paro, -¿Usted cuántos doctorados tiene? -Uno. -De dos en adelante hablamos... (Al menos sé educado, ¡estúpido!), y todo lo demás, incluyendo tu silencio. ¿Adónde vamos sin apego ni justicia?

2 comentarios:

  1. Los políticos son una raza aparte, de malditos sin escrúpulos ni mesura. Aves de rapiña esperando a ver a quien joden -con perdón- y el pueblo... en silencio, con voz imperceptible apenas escuchada por su propia conciencia.

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  2. ¡Pobres!. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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