Te llevo atada a mi piel, mis ansias están llenas de ti, amor.
Mis pupilas me devuelven a tu rostro,
me acompañas invisible en el horizonte de la noche...
Vuelve a mi mundo, destroza mis angustias, dame tu aliento
y deja de llamarme amigo.
¡Oh oh! Mucho me temo no debí haber leído esto, me siento intrusa, perdón.
ResponderEliminarQue tristeza!
ResponderEliminarSi uno no quiere dos no riñen... Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Si los dos quieren, todo marcha.
ResponderEliminarSí es: dos. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.