domingo, 21 de abril de 2013

La vida merece la pena

Mi esposa hoy se a ido a correr a Valencia en una carrera por la vida... (con el cigarro en la boca, no me hace falta verla). Mi esposa está comprometida con la vida. Resulta que un día tuvo miedo, y aunque solo fue un mal chiste que tardamos en encontrarle la gracia, las pasamos canutas. Ahora no se pierde una carrera, además de organizarlas con otras mujeres, también temerosas de un pasado reciente. Pero de eso no voy a hablar, hoy ni otro día. De lo que sí quiero hablar, es que estoy solo y no paro de darle al teclado... Y entonces la vida me parece más justa. Porque me da tiempo a concentrarme en lo que escribo (-te recuerdo que me tienes que arreglar el abanico. -Qué abanico, no ves que estoy escribiendo. -Es solo para recordártelo... -Qué recordármelo si nunca me lo dijiste... -Tampoco es para ponerse así... -Qué ponerse y qué ponerse: déjame escribir), y lo que escribo me reafirma que la vida merece la pena, por muy exenta que esté de todo... No conviene pecar de superficiales a la hora de valorar los pros y los contra que nos depara la vida. La vida merece la pena y ese pesimismo que de cuando en vez se apodera de nosotros solo contribuye a cargarnos innecesariamente de mala conciencia.

2 comentarios:

  1. Si, la vida merece la pena aunque de cuando en cuando nos viene bien un tirón de orejas para valorarlo.


    Usted escriba -yo no puedo hacerlo, mi musa me abandono hace días- y no he sido capaz de crearme un perfil nuevo.

    Chau

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