El lado oscuro de la decepción...

Y Paco dijo no. Que te den... me dijo. Entonces, debo reconducir mis pasos por certezas y evidencias; por la cotidianidad racional de las palabras libres que sirvan para aliviar por mi cuenta los puntos suspensivo: para que no me duelan más mis palabras... Hoy, creí que sería posible levantarme y descubrir que no tenía palabras indecisas, que mis palabras volvían a ser libres, y más ambicioso, creí que podía incorporarme al nuevo día sin la sospecha, sin la duda que ocasionan los puntos suspensivos... Pero no. Pues con Paco, el amigo ido, y los puntos suspensivos de mis palabras, este lunes no será más cruel que los besos sin destino, los abrazos que no se dan o una cama vacía.

Los puntos suspensivos de mis palabras expresan que cada día estoy más perdido que el anterior... y todo por ser incapaz de lanzar al abismo el olvido y el miedo a la soledad. Mis palabras están más llenas que nunca de puntos suspensivos...

Mis palabras se atreven a decirme que no están dispuestas a someterse más a los devaneos de mis caprichos, a mis manipulaciones y a las incertidumbres de mis noches desveladas... Mis palabras no acunarán más mis impredecibles estados de ánimo... Mis palabras se han cansado de mí, dicen que las agobio, y se niegan a seguir el cursor de este estúpido ordenador... Ay, dona, mi viejo ordenador que me ordenaba... y tú. Pues mis acciones lamentan que mis palabras hayan hecho de mi vida un espacio insostenible... Ya la luna que no hace mucho tiempo iluminaba mis sueños esta noche ha estado eclipsada por la luz de una estrella con nombre de Paco. Pues que sepa Paco y la estrellla, que siempre habrá un vestigio con luz propia que me acompañará por un camino de azahar en Les Seniaes. Si Paco dice no, será no; si mis palabras no quiere ser mis aliadas, no obligaré a mis palabras, y si la estrella... Hasta aquí hemos llegado.

A un desconcertante y caprichoso Paco, al amigo que fue, decirle que solo hallará de mí el lado oscuro de la decepción... Y a mis palabras que les den... Y también a la estrella.