martes, 2 de abril de 2013

Apenas Abril y ya sin Primavera

¿Por qué no recordar hoy martes a los muertos gloriosos que abonaron el mal de las incertidumbres y a ese mundo de desgracias y malentendidos en el que nos vamos metiendo casi todos a pesar de la esperanza? Para hablar de esperanza, antes tenemos que hablar de apenas abril y ya sin primavera, o de mi viejo amigo Eugenio sentado pensativo y cabizbajo bajo el quicio de su puerta. ¿Y por qué no?

En el Día Internacional del Libro Infantil, decir que primero aprendemos de los libros en la escuela, y luego doblando esquinas por las calles rotas. Pero nunca sabemos lo suficiente... Hablo de esperanza, y también de aspirar a la santa poesía con la pasión para ejercer el amor sin complejos.

Ayer me vine abajo... El caso es que he de ser fuerte... sí, claro, pero ayer me vine abajo. Ayer estuve cercano del abismo. ¿Y qué? Hablar de esperanza es hablar de amor, y hablar de amor para muchos es como amar a Dios. (Él sabe de qué hablo porque estuvo aquí).

Apenas abril y ya sin primavera propicia la desesperanza. Hay esperanza y hay amor, pero también hay almas rotas. Este abril que llegó con recomendaciones y contraindicaciones es un abril que llegó sin primavera. En de soslayo se puede vivir sin pasión si fuera menester, y lo es... claro que lo es. Declaración que hago aquí y ahora, y también ante Dios.

Me imagino en amena tertulia tomando a sorbos pausados café amargo en Puerto la Plata con mi amiga Roxana enamorada ya de tres (Trisquel) en un lapsus de urgencias: ella cree en Dios, y digo que, a pesar de un mar inmenso, un día llegaré a conocerla y entonces la vida será distinta. En Puerto la Plata con una amiga en amena tertulia la vida tiene la obligación de sonreír. La esperanza siempre ha tenido nombre de mujer... Por aquello de que la vida es un sueño, uno nunca olvidó entre un laberinto de palabras escritas a la mujer poeta y amiga. Para todas las amigas que iluminan los caminos; por todas las Roxana amigas, volveremos algún día a un abril con primavera. Hablo de América y digo Argentina... pero estoy llegando a Les Seniaes, mi pedacito de cielo, donde todo comenzó. Donde la floración del azahar es un milagro para creer.

Por la amistad tantas veces mancillada, por una cierta esperanza sublevada, por los muchos muertos gloriosos, por los vivos que demuestran su amor sin complejos... Por la Carmen bella de cada cual, uno sigue creyendo en el amor. Parafraseando a un Einstein loco y genial, diría que existen mundos paralelos que solo se juntan en Les Seniaes... Pues con tal y con eso, resulta que mientras amanece escribo, y mientras escribo amanece, y ya no es primavera...

Amar hasta el delirio hace digno hasta el suicidio, así: ¡señora, enjuáguese la boca con agua bendita, y si le es posible guarde un segundo silencio, mire que estoy hablando de amor!. "La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea posible". Paulo Coelho.

Y entonces,
solo seremos dos,
solo tu mirada contra la mía y nada más.
Solo dos:
tú y yo.

Amor.

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