miércoles, 13 de marzo de 2013

Un sueño de otro

Nada puede hacer más feliz a una persona que, al doblar una esquina, se encuentre con un sueño. No hablo de un sueño cualquiera, sino de un sueño en particular: uno propio. Porque todos y todas tenemos sueños y muchos son coincidentes: salud... dinero... amor... Pero encontrarte con tu mejor sueño... ay. Y ocurrió como digo al doblar una esquina... y darse de bruces conmigo.

-Perdona, me dijo.
¡Qué hostia!, le dije. Y cuando ya iba a ponerla de vuelta y media... pero si... cuánto hace...
-Hola.
-Hola y ya está.
-¿Qué quieres?
-Pues que demuestres alegría, que te rías, que te asombres, que te agrade verme después de tanto tiempo... y que me des un beso.
-Tú sueñas.
-Sí que eres mi mejor sueño...
-Pues sigue soñando...

Cuando persiste un sueño en tu mente y se hace realidad a veces se esfuma... es cuando te das cuenta que es un sueño de otro, y que si lo encuentras lo tienes que devolver a su legítimo dueño...

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