viernes, 29 de marzo de 2013

Se llama Victoria y es un amor

Mi amiga Roxana está radiante de felicidad... Hoy sí que es un viernes de fiar. Y su fe religiosa, por si fuera poco, considera éste Viernes Santo. Entonces, un milagro para creer que más que un milagro yo diría que es un regalo de Dios.

Cada día necesitamos más referente creíbles. Vivimos tiempos de desasosiego y ya no nos fiamos de nadie. Pero nadie no es un nacimiento deseado. Mi amiga Roxana es madre de una hija de nombre Victoria y yo su padrino. Y eso no es poco.

Bajo el manto de la esperanza, es posible realizarse, reconducirse y reinventarse ante cualquier adversidad, y lo que no logra la esperanza lo logra el bendito amor.

Al fin, querida amiga, no somos caminantes perdidos que vamos de una esperanza a otra sin saber muy bien lo que queremos. Porque sabemos lo que queremos. Y a las pruebas me remito.

Solo decirte que te quiero y que ¡enhorabuena!. Ya sois tres: quién lo diría... Cómo me gustaría en este instante abrazarte y darte un beso grande. Beso inmenso, tan inmenso como el mar que tenemos de por medio.

1 comentario:

  1. He intentado agradecerte querido amigo, padrino a la distancia, este post ya hace más de 1 mes, por cierto, pero la maternidad es "un mundo aparte"; un mundo aparte de las obligaciones mundanas, de la ficción, de la desgracia, de la avaricia, de todo aquello en lo que estabas antes. Es un antes y un después, es maravilloso y de a poco estoy regresando, aunque te confieso, me quedaría sólo para aprovechar este momento, cuando es bebé, encapsularlo y guardarlo eternamente porque cómo voy a protegerla cuando sea mayor, cómo será el mundo, cuánto cambiará para peor, son tantas las preguntas que me hago cuando la tengo en brazos, cuando me impacta su inocencia, su delicada forma de "Ser Persona".. En fin. Un beso enorme

    ResponderEliminar