viernes, 8 de febrero de 2013

Un cuento no tan corto

Una amiga me dice que si alguna vez caigo en una ciénaga con arenas movedizas no me mueva, que no grite ni respire para no morir asfixiado, y que siga durmiendo hasta que aparezca la María y me salve.

Una amiga, mi amiga... Yo a mi amiga no la entiendo. Y nunca la entendí. Si no respiro voy a morir asfixiado por sumersión. Y la María... ¿Acaso me está contando un cuento corto de metáforas desbaratadas? Mi amiga ha perdido el juicio sin venir a cuento, como todo lo de ella. Y en silencio. (Entre dos, decir cuál amor pudo más ayer no tiene interés. Al menos hoy).

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