lunes, 25 de febrero de 2013

La verdad es única

A pesar de no ser persona de decir siempre la verdad, considero que la verdad es la realidad de las cosas. Que no existen versiones de la verdad, porque la verdad no se acomoda, no se adapta, no se transforma. La verdad es única.

Acerca de la verdad y su pensamiento, Malinowsky, precisó: "Algunas veces es prudente callarla por caridad con el necio". Cierto, pero si crees que debes hablar di siempre la verdad; porque aún aquellos que en primera instancia te condenen, más tarde acabarán respetándote, y ellos -no se debe dudar-, acabarán humillados, pero no ante ti, sino ante el peso de su propia falsedad. Sé fiel contigo mismo y no temas a las consecuencias. Y no quieras alcanzar la cima descuidando la firmeza de tus pasos. Que tu caminar tranquilo tenga la solidez imperecedera de lo cierto, porque así ninguna mentira podrá borrar tus huellas. El tiempo sepulta todo implacablemente y solo ha de permanecer brillante entre las sombras aquello que en esencia tiene algo de eterno. Pon siempre la verdad por encima de ti, porque tú tienes errores, pero ella es perfecta. Y sobre todo, ten la valentía de gritarla alta y firme; que el miedo no ahogue tu sentir, que no sea la indiferencia el escudo de tu parálisis, porque sin fe, sin valor, sin credibilidad, sin la verdad por delante, qué vale la vida...

Parece imposible, pero la verdad hiere y cura al mismo tiempo... De ahí que se descarta explicar el porqué de la presencia súbita y dadivosa (unas pastas de té riquísimas) ayer domingo en mi casa de una invitada de urgencias por ingesta de sentimientos, lo que también justificaría el que hoy escriba a la verdad sin gracia ni talento literario. (Que María, la Magdalena, no lo permita, pero creo que con otra experiencia como la de ayer, me quedaría sin metáforas e ironía).

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