sábado, 16 de febrero de 2013

Ay, dona, cuánto duelen los sábados

Los sábados es el día de la semana que más me cuesta escribir (aún me duele su ausencia). Un sábado de los fieles difuntos no es mi mejor día para escribir. Ni para otras cosas. Salvo que otras cosa no las hago. Entonces leo un poco más a fondo los diarios. Pero es igual todos los días... siempre lo mismo. Si hiciera un ranking de popularidad esta semana el primer puesto se lo llevaría Bárcenas, el popular tesorero del PP, que al parecer sigue en plantilla y cobrando, a pesar de estar despedido. Muchos milagros son realmente para creer... Digo el primer puesto, pero los demás (hasta trescientos más que menos) también son políticos y presuntos corruptos. Es lo que hay. ¡Qué pena de país, Señor Dios!.

Me cuesta escribir un sábado triste de morir sin argumentos ni imaginación, así que no me queda otra que escribir de política y corrupción (perdón por la redundancia). Me sucede a menudo que, presionado por el tiempo y la falta de imaginación, llega la hora del vermú y no tengo nada escrito. Y al casino a tomar el vermú no puedo faltar... Por cierto, yo no soy socio del casino, pero soy amigo del presidente, que a su vez es hermano del alcalde, también amigo mío. En un pueblo pequeño todos son familia, y yo, como no soy de este pueblo, soy amigo de todos. Pero gracias a dona, ay. Y también soy popular en el pueblo, pero no corrupto (ni del PP). Tal vez porque no tuve ocasión. A un pensionista como yo no le salen corruptos ni corruptelas. Yo, no pondría la mano en el fuego por mí mismo. Porque no soy corrupto pero lo sería por una bolsa de basura con billetes de quinientos euros... O del supermercado... O de pipas, para qué mentir. Yo quiero ser corrupto e ir a esquiar a Suiza, y tomar a el sol en las Bahamas. Y a París, y a Londres, y a Roma... A todo el mundo porque me encanta viajar (y si es gratis mejor). Algunos tenemos que ser horados por falta de oportunidades. Como mi esposa y mis hijas con el trabajo: no trabajan porque no tienen oportunidades. El trabajo y la corrupción en estos tiempos es una correlación de oportunidades. O de amistades.

Si al menos pudiera controlar mis emociones y esperar a que llegue el día siguiente para escribir algo interesante y no estupideces que a nadie interesan por falta de imaginación. Pero lo de Bárcenas es demasiado (y dale). ¿Por qué le teme Rajoy? Porque tiene información que le pueda perjudicar... ¿Por qué le paga un sueldo sin trabajar? Porque es pensionista como yo... No pretendo convencer a nadie de lo que es evidente, al menos para mí, pero creo que Rajoy busca inmunidad. Porque dinero ya tiene, y fortuna, y poder, y todo en exceso... Porque Rajoy, además de presidente del gobierno, es político.

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