miércoles, 2 de enero de 2013

¡Hola, 13!

Año nuevo, vida nueva. ¿Qué mensaje dar sin pecar de iluso en una patria encogida y no de frío?

Pensaba confeccionar una lista de objetivos para 2013 sin máscaras ni demagogias, real, entonces salud y trabajo. Lo demás podemos decidir por nosotros. Y digo esto porque estoy convencido de que hay personas que fracasan más por no tener objetivos, que por falta de suerte o talento, habilidad o cualquier otra cosa. Los reveses son inevitables, pero es fundamental no dejar que otro Año Mariano arruine nuestra vida.

Para triunfar en cualquier empresa es fundamental tener una meta. Ninguna búsqueda importante se transita sin dolor, es preciso tenerlo presente para no perder el impulso que lo motiva. Así que conviene fijar la meta adecuada para no desanimarse. Porque la meta es el objetivo, sin objetivo no hay meta. Y no nos menospreciemos a la hora de fijar la meta, quiero decir que no tengamos miedo a defraudarnos. La meta se refuerza con determinación. El precio del éxito es el esfuerzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario