martes, 29 de enero de 2013

El problema

El problema es Luis Bárcenas y los sobre a cargos orgánicos del PP en Génova 13. Y también los sobres que cobran los diputados populares de las Cortes Valencianas: son sobresueldos, dietas, kilometrajes, y plus de convenio con suelo pero sin techo que cobran en sobre y no por trasferencia bancaria. En tiempos de e-mail y twitter y facebook y whatsapp, un PP nostálgico pone de actualidad los sobres sin acuse de recibo.

El problema es Urdangarín y la Casa Real. El rey que no abdica como otras. ¿O debiera abdicar la monarquía? Entonces España sería una democracia de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Cargos institucionales todos electos por el pueblo.

El problema es el kamikaze homicida indultado por el gobierno a propuesta del ministro de justicia y de su hijo abogado defensor. Y también el conductor ebrio que en Valencia mató a dos jóvenes y no ingresará en prisión al aceptar dos años de cárcel y la pérdida del carné de conducir durante cinco.

El problemas es el PP de Valencia y Madrid. El problema es la justicia. El problema es la Casa Real y el Duque en Palma do.

Pero hay más, mucho más, que el crédito no fluye según los promotores inmobiliarios, porque la Sareb, la mayor inmobiliaria de Europa, no tiene organigrama ni infraestructura y ha paralizado el sistema crediticio... de momento, ojo, porque ha fichado a José María Aznar Botella asesor y enseguida, él y su padre, presuntamente, arreglarán el tinglado y de nuevo fluirá el crédito. Uy, echo la vista atrás y pareciera que el hijo no es del padre, pero no, lo que quiero decir es que al joven asesor José María Aznar Botella, aunque apunte maneras, es joven y no tiene experiencia, ni contactos, y le ayudará su padre, presuntamente, ahora sí.

Y el problema es el alcalde y el concejal de urbanismo de Lloret de Mar y la mafia rusa y los salarios de sus esposas, y las recalificaciones, y los patrocinios, y etcétera. En fin, lo de siempre.

En este país están igualados en responsabilidad y descrédito público la clase dirigente, la justicia y la monarquía. Los cargos institucionales y la mafia. En este país el problema es elegir a nuestros representantes en las instituciones. Los enemigos, "elegir bien los enemigos, porque puede uno terminar pareciéndose a ellos", dijo Borges. La democracia descansa en un sistema de partidos en decadencia.

El problema en este país son los señores dueños de los partidos políticos.

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