miércoles, 12 de septiembre de 2012

España, in memóriam

Ante cualquier contrariedad, uno puede enfrentarse a ella de panera optimista o positiva. "La botella medio llena o medio vacía". Qué duda cabe que lo ideal es ser siempre optimista, pero, ¡ay!, pero, ¿quién puede ser optimista sin ojales en el cinturón? Si tienes alternativa, si te dejan decidir (nos dejaron el pasado año... bah, pelillos a la mar), aunque te equivoques, aún puedes ser optimista. El pero es ese, que no te dejan decidir por ti mismo. Venceremos la crisis, pero con las imposiciones de Alemania y los recortes de Rajoy no cabe el optimismo, porque Rajoy no sabe enfrentarse a las dificultades económicas sin sacrificar al pueblo y sus derechos. Porque Rajoy no sabe sin Merkel. Cuando más debíamos ser optimistas, Rajoy nos quitó la posibilidad de serlo, hasta la alegría nos quitó.
 
Metidos en esta espiral de sí señora para todo, hoy, la Corte alemana decide el rescate de la banca española. Hasta esa potestad tiene. Por consiguiente, hoy se decide en Alemania el futuro próximo de España. España está en manos de la Corte alemana. Yo, ni sabía que Alemania era monárquica. ¡Qué pena de mi país!. Mejor que nos dejaran morir sin intermediarios en la crisis más profunda.
    
La dama que no me deja ir (ni yo irme), dice que una actitud positiva influye de manera especial en la salud mental. Pero yo prefiero mi mundo quimérico a ser optimista o pesimista.

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