domingo, 19 de agosto de 2012

Y uno vuela libre

No es posible ir por la vida sin un adiós, sin un vuelva usted mañana, sin una ausencia, sin una decepción, sin un achaque de salud, sin que el olvido, ay, el olvido incapaz de hacer camino. No es posible ir por la vida sin equivocarse.

Sin embargo, lo importante no es lo que nos suceda, sino cómo reaccionamos ante les circunstancias. Si uno dedica el tiempo a coleccionar fracasos y cantar miserias, jamás logrará remontar el vuelo, y es preciso volar para ser libre.
  
Y uno vuela libre
 
Cuando no hay vacío de esperanza, ni pérdida de fe, ni debilitamiento del ser.
 
Cuando se acepta la realidad y se tiene el aplomo de vivirla.

Cuando un desencadenamiento de sucesos adversos, porque una pena nunca viene sola, se tiene voluntad por superarlos.

Cuando asimilando lo que queda atrás, se construye un presente y se proyecta un futuro.
 
Cuando se abre camino, se asimila experiencias y se siembra raíces.

Cuando se impone metas sin importar comentarios negativos, ni prejuicios, y se da ejemplo sin importar burlas, ni desdenes, y se asumen responsabilidades.

Cuando se es fuerte de carácter, humilde de formación, sensible de sentimientos y humano de nacimiento.

Cuando asume el otoño, aunque pierda las hojas; se recogen las flores aunque tengan espinas y se anda el camino, aunque levante polvo.

Cuando se es capaz de afianzar con residuos de ilusiones, de volver a la verdad con otra mirada y otros besos; cuando se es capaz de renacer con despojos del amor.

Cuando uno se defiende como ave fénix para no dejar de volar, uno vuela libre.

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