viernes, 24 de agosto de 2012

En un país de Rajoy

Tengo la impresión de que vivo dos vidas. Una real y otra ideal. En la real, creo en un ente superior que me da fuerzas para sobrevivir. Y en el tendero que me fía. Y en la ideal, creo en Rajoy. Y en la excepcionalidad en vez de la regla.
 
A Rajoy le cuesta tomar medidas de austeridad, recortes y todo lo demás, pero tiene que hacerlo porque solo encontró facturas vencidas en los cajones. "Estos problemas son herencias del anterior gobierno socialista". "Necesitamos tiempo para definir las soluciones". "Esto es asunto de todos". "Debemos consensuar con todas las fuerzas políticas y los sindicatos". "En consenso tomaremos las medidas correctivas que nos ayuden a salir de la crisis". (Estamos trabajando en ello).
      
Y el Sabina canta: Entre la cirrosis, y la sobredosis, andas siempre, muñeca. Con tu sucia camisa, y en lugar de sonrisa, una especie de mueca, ¿cómo no imaginarte, cómo no recordarte, hace apenas dos años?

Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario