martes, 24 de abril de 2012

¡Qué problema el mío!

Miguel de Cervantes Saavedra dijo, "ninguna ciencia, en cuanto ciencia, engaña; el engaño está en quien no lo sabe".

Entonces, la ciencia para los científicos que no engañan, eso. Y la palabra para quien la respeta.

Debo decir que en este país solo una persona tiene ordenador con conexión a Internet para escribir elucubraciones como esta que sale de la mente absurda de un escribidor con el viento de cara y el ánimo por los suelos, y en la terrible situación de no tener algo digno de qué escribir. (Esto es el infierno, sí, pero ni tú ni yo, ay, somos el paraíso... donde todo comenzó).

2 comentarios:

  1. Discrepo ligeramente de mi estimado escritor en dos cosillas, una, yo creo que siempre escribe muy dignamente, y otra, que el comienzo no ha sido el paraíso, creo que antes la divinidad tuvo otras ocurrencias.
    Saludinos.

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  2. No para mí, querido amigo. Aquí fue donde todo comenzó. Bien lo sabe Dios. Y mi psiquiatra.

    Salud.

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