martes, 20 de marzo de 2012

Un buen consejo

Un amigo me envía un e-mail para regañarme (qué curioso, solo un amigo me envía un e-mail). Es amigo sincero e inteligente y siempre leo con atención sus Consejos aunque sean para regañarme. Él me enseño todo lo que sé de la vida que me invento cada día. En su e-mail, a modo de enseñanza, me pone tres ejemplos de otras tantas amigas idas, o cuatro si contamos a la curiosa Sara que un día escuchó detrás de una puerta decir a su profesor: "En la vida no hay problemas, solo desafíos". Nunca aprobó esa asignatura.

Lo cierto es que la vida está llena de ejemplos, unos buenos y otros no tanto, aunque de todos se aprende. "En la vida no hay problemas, solo desafíos". Es buena enseñanza la que Sara escuchó a su profesor y suspendió. No siempre se aprueban las asignaturas que nos pone la vida, pero los desafíos hay que superarlos, intentarlo al menos. Y qué mejor manera de superarlos que con un beso... Los libros de autoayuda son estúpidos, no enseñan porque nunca van al origen del asunto. Solo los libros de poesía realmente enseñan. Te sacan de las entrañas con un verso hasta la última duda que tengas con total clarividencia, aunque solo sea un sueño. Como la vida, poeta, que lo es. Yo soñaría despierto de poder, la noche me queda corta. Sería maravilloso conquistar la confianza de la gente. Y más aún, reconquistar la ilusión por un mundo mejor. El mundo de la poesía es un mundo pleno de humanidad. Pone voz a los sentimientos. Libera de miedos a los que no tienen voz. Da esperanza al desamor y otros descuidos de la María siempre enamorada. Y al despertar... tomo conciencia para despedir a unos amigos que han venido a pasar estas fiestas falleras con nosotros. Nos trajeron una verdadera bocanada de aire fresco de mi bendita tierra asturiana. Se van hoy: los despido y enseguida vuelvo a mi mundo donde todo comienza con un sueño y acaba con la inspiración del gozo. Lo demás a quién importa...

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