lunes, 19 de marzo de 2012

No te vayas

Rodeado por una cotidianidad que no entiendo, triste de morir, en los años altos de la vida, y después de sopesar lo uno y lo otro, justamente en el tiempo que dura La Nit del Foc, cubriendo mi pelo de ceniza, tuve la impresión de que había llegado mi hora. 

Por qué dejaste que pasara el tiempo, por qué dejaste que tu amor me rematara por dentro...
Ahora que sé de ti, que sé que no has muerto... ahora te vuelves a ir como si no pasara nada.

Podías ser más humana y despedirte al alba.

¿Qué o quién reclama tu presencia?
¿Otro modelo de vulgaridad?
¿Otra tristeza?
¿Otra pena?
¿A quién rindes tributo?
¿Qué no tuviste bastante?

¿Por qué no respetas las reglas?
¿Qué te puedo dar?

Nacimos como un verso interminable inquiriendo la poesía para las cosas más simples. La magia de la palabra fue el recogimiento que siempre nos condujo a la esperanza. (Recuerda).

No te vayas...

(Ahora ya es tarde, mi alma está llena de ti y de tu mal).

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