lunes, 19 de marzo de 2012

La mentira creó a los dioses y la verdad la paz

Que no se te escape de la conciencia que, si hablamos de crear, hablamos del último recurso que tenemos para trascender más allá de la muerte, así que, relégame a dónde tú quieras, pero recuerda que escribir sobre algo interesante (que interese o no ya importa menos), tiene su dimensión en el sentido de la sensatez. (Los resultados están ahí como los hechos, tercos e inamovibles).

Ante la pluralidad de un mundo necesitado de casi todo, pero sobremanera de lenguajes fiables. Se requiere la luz de la palabra para poder superar las pruebas que se nos presentan en el camino. Es la cuestión. Quizá no debiera escribir de ti, oculto en tu silencio, pero no puedo olvidarte. Y no es obsesión, solamente es que al recordarte me siento agradecido. Aún tomaría café contigo. Los odios y los rencores que citas tan a menudo han dejado de ser interesantes para mí. Solo merece la pena luchar a corazón abierto por la pureza de los sentimientos, máxima expresión humana. (Recuerda que solo interpreto tus palabras). Jamás me esperarás porque nunca me iré de ti, pero esas culpas son de otros. Tú me interesas, por eso tomaría café contigo. Y hablaríamos de nuestras cosas, de una existencia, por cierto, llena de posibilidades cuando se toman los caminos de la belleza y se rechazan otros que nos aburren. (Lástima de aquellos que se aburren por falta de imaginación). Desde luego, no es tu caso ni el mío. En un mundo como el actual, ser feliz es una obligación responsable, y un deber si me lo apuras. (No hay poemas sin versos como tampoco hay vida más allá de la muerte que viva). Tus enseñanzas me sirvieron de mucho... hasta el final ¿? La palabra que se espera con esperanza siempre llega, y la razón es bien simple: estamos injertados de esperanza. De saber, con lo nuestro escribiría un tango tristón sin faltar el tercero en discordia (recuerda que no es obsesión), no en vano él fue el culpable y no nosotros. Pero el contacto sigue existiendo... y ya ves, no me importaría contar con él... cuando todo el mundo sea poeta.

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