martes, 27 de marzo de 2012

Eugenio es mi mejor amigo y está vivo

Me gusta evidenciar los valores cuando la persona de quien hablo aún está viva y entiende que el aporte en su parcela de vida es reconocido. Pero aborrezco la hipocresía de decir cosas positivas sobre quien no se las merece... Fijo son pensares con los que todos estamos de acuerdo. Hoy quiero hablar de un ser humano especial, valioso ser humano, de Eugenio, por decir. Siempre trato de exaltarlo porque la gratitud es un incentivo que nos ayuda a ser mejores. (Hablo mucho de ser mejores... Ojalá no sea remordimiento). Digo de Eugenio porque aún suponiéndole defectos su humanidad es muy superior y más significativa. Si utilizáramos una balanza, pesaría más su nobleza y sabiduría que cualquier otra circunstancia. Me remito a lo ocurrido esta mañana tomando café. Me dijo que estaba feliz, que solo le sucede una condición que particularmente celebra: está vivo. ¡Eugenio está vivo!. La vida es un hecho que hay que festejar en cualquier momento y circunstancia, un día, hoy, ahora, que aún tenemos esa oportunidad. Existen razones cada día para celebrarlo, son pequeños grades detalles, es el conocer a una persona y apreciar sus valores, y luego quererla, y que lo sepa. Estar vivo, eso es lo que importa. Lo dice Eugenio, y es palabra de un dios. Mi amigo es especial y discreto. El día de su cumpleaños me invita a café y me dice los años que cumple pero mi cabeza... Pero eso en la vida de una persona no tiene apenas importancia, porque según pasan los años te das cuenta que lo que importa es lo que hiciste... y lo que nunca harás... Es triste ser viejo en primavera, pero menos que en invierno. El invierno es una estación jodida para los viejos: nos morimos más en invierno y en otoño que en otras estaciones. El invierno es frío, y el otoño es triste. También es fría y triste la muerte. Hablo de Eugenio que es un hombre vivo, que es jovial, que fue capaz de ir deshojando uno a uno los años y habitarlos feliz. Además de mantenerse actualizado. Pero hoy estoy triste sin motivos. Será porque callo más de lo que digo... ¿Y eso a quién importa? Dicen que hasta la muerte todo es vida. Si hubiera un dios bueno pactaría con él por la vida, una vida que me permitiera ser capaz de mantener en los labios una sonrisa. Hace tiempo que no río, y eso que reír ayuda a conservar las facultades mentales y adorna la vida (es sólo mirarte) por dentro y por fuera. Hablar de Eugenio y sus valores me hacen ponerme profundo. Todo lo hace sencillo, se podría decir que es un hombre que hizo su vida a fuerza de ilusión y trabajo. Se podría decir mucho de él y de su vida, pero ninguna tan importante como decir que está vivo. Y eso que los años se olvidaron de llevarle alivio a sus pesares y una dolencia. Sé fuerte amigo, ¿qué les parece, porque presiento que alguien, tal vez en un descuido anda por aquí, si hoy dedicamos cinco minutos de nuestro tiempo en reímos cultivando la amistad y los valores en honor de mi amigo Eugenio? Gracias.

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