domingo, 12 de febrero de 2012

El porvenir que está por llegar

Vale: yo daría mi puesto de trabajo para que lo ocupara una de mis hijas aún cobrando menos; yo me suicido y au, carne para la facultad de medicina (los gusanos me dan asco). Pero resulta que ya estoy muerto. Entonces, a mí no me parece justa la reforma laboral del PP y la CEOE. O sea, no me interesa. Los de la acera a la carretera porque el capitalismo no dispone de un modelo alternativo al neoliberalismo, al dominio del capital financiero, a su militarismo y su rapiña, a su voracidad, a su dictadura imperialista, a su consumo impune, y a sus ladrones de guante blanco. Las entidades financieras se limitan a recurrir al papá Estado por “más madera” no para cambiar el modelo que los envilece, no para dar crédito a las familias y empresas, sino para calentar sus intereses y salvar el capital privado, los grandes accionistas. Reformas y contrarreformas, ajustes que empobrecen más a la clase trabajadora, a las familias, y a las pequeñas y medianas empresas. Ajustes que arruinan una sociedad excluida, al mismo tiempo que saquean el erario y refuerzan políticas represivas con su tono dictatorial. Esta patria nuestra cada día está más cerca del cielo... cantos de sirenas se oyen, son cantos de progreso y crecimiento para el porvenir que está por llegar. ¿Cuándo? Me alegro que me haga esa pregunta: "El poder se regala cada cuatro años".

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