jueves, 19 de enero de 2012

Yo, por si un aquel

Cómo fue, no se decirte; qué pasó, no sé explicarte. No sé cómo pudo ocurrir, pero ocurrió, y me enamoré de ti. Fue tu voz temblorosa, tu inquietud, tu mirada, tu risa. Tus silencios. O los miedos que esconden tu dolor. ¿Acaso no deseas superar ese dolor? El humano ser que inventó el amor a todo se acostumbra, y el dolor no iba a ser la excepción. ¿Qué si abres de nuevo tu ventana para que entre el frescor de una mañana? Mis sentimientos son verdaderos. Pero si tus miedos te pueden, si dudas, o si tu corazón lo tienes cerrado por defunción, no penes, vive libre. Yo, cuando me hiera el día; yo, por si un aquel, sembraré una rosa de amor por ti donde un hombre solo es agua, en el río inédito.

4 comentarios: