jueves, 5 de enero de 2012

Vivir por los pelos

No es broma. Ni creo que sea una estupidez. Con la Noche de Reyes viene a mi memoria recuerdos de un pasado. Hace tiempo estábamos los cuatro, hablo de mi esposa y mis hijas, emocionados esperando que llegaran los Reyes. Hoy, después de un tiempo, Noche de Reyes también, veremos la tele y a dormir que mañana será otro día... Mis hijas tienen su propia vida y cada una va por su lado. Y mi esposa y yo estamos solos... como dos enamorados. De joven, creía que cuando llegara este día, y otros, y más: todos los días que nos quedan por vivir; cuando nuestras hijas se fueran de casa y de nuevo nos cogiéramos de la mano para pasear, tal vez no las reconoceríamos al tacto. Sin embargo, quien no ama está muerto. Y nosotros estamos vivos, aunque sea por los pelos (y nuestro oficio no es la peluquería). Por eso, después de tantos años vividos con nuestras hijas, y ahora solos, no me extraña la mano de mi esposa al tacto. Ni su cabello. Ni su mirada. Ni los años vividos que parece que fue ayer. No me extraña nada de ella. Estamos enamorados como el primer día. Y todo por vivir por los pelos. (Se aprecia más la vida cuando la enfermedad llama a tu puerta para quedarse).

7 comentarios:

  1. Hola me gusto tu blog,sere una de tus seguidoras..saludos

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  2. Disfurtad de la vida, y se que las niñas solo cambiaron de domicilio lo demas sigue estando a vuestro lado. Antojose

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  3. Es cierto. Y en eso estamos. Pero jode. Jode abrir la puerta de sus habitaciones al acostarme y ver que están vacías. Lo hago cada día. Y eso vaya si jode... Beso.

    Salud.

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  4. pronto estaran los nietos para joderte

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