Un juez no sabe

"Señor Camps, guarde silencio". "Señor Camps, no haga gestos". "Señor Camps, no se levante todavía". "Señor Camps, no proteste". "Señor Camps, ¿quiere dejar el móvil por favor?". "Señor Camps, no me haga interrumpir otra vez". "Señor Camps, ya no sé cómo explicárselo". "Señor Camps, no me obligue a expulsarle de la sala". "Señor Camps...". Francisco Camps se sienta ahora, junto a Ricardo Costa, en un lateral de la sala donde se celebra desde hace ya cuatro semanas el juicio contra ellos por el llamado caso de los trajes. EL MUNDO.es

Podrán despedazarlo los medios (anuentes) de la comunicación independiente. Podrán manchar su pasado y su futuro. Podrán condenarlo como quieran. Pero a Francisco Camps no se le puede mandar callar... de su parte está La Razón. Cómo se le puede ordenar a todo un ex presidente de La Comunidad Valenciana que no haga gestos. Acostumbrado a ponderar informes y asuntos de Estado; a despachar con mandatarios de todo el mundo. Con funcionarios, empresarios, diplomáticos, periodistas, jueces, fiscales. Con el presidente de la Fórmula 1, el de la UCI, el de la Vela, etcétera. Un juez no es juez, sino algo parecido a una falta de respeto. Haga gestos, hable, diga, defiéndase, mire qué hora es: tic, tic, tic... señor Camps. Este país nunca llegará a ser el país que debe ser. Un juez no sabe y un tribunal popular tampoco. (Esto cada día se pone más interesante).