jueves, 12 de enero de 2012

La felicidad inmediata

"Quien corre en pos de la felicidad inmediata acaba no hallando satisfacción en nada, por eso, la vida pone a nuestro alcance satisfacciones suficientes para ser felices. Otra cosa es que no nos demos cuenta de que posiblemente ya somos felices y tengamos que ir a las rebajas".

-Es jueves y aún no hemos ido a las rebajas. Ya estará todo rebuscado.
-Qué importa... Tenemos suficiente.
-Vamos.
-¿Ahora?
-Sí.
-Sí, cariño.

Con los placeres compulsivos sucede como en el mundo de las drogas, lo que en un principio estimula, acaba siendo un hábito que no lleva a ninguna parte, como mucho a un desorden mental. O la muerte. El afán de acumular trapos, consumir porque sí, entraría en esta categoría. Para el hombre y la mujer actual la mayoría de los placeres se pagan con dinero.

¿Como se puede desear algo sin sopesar las probabilidades en la balanza de lo necesario?

Hay personas que son esclavas de una sociedad de consumo sin percatarse que lo único que consumen es dinero. Dinero que probablemente no tienen.

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