sábado, 17 de diciembre de 2011

Una estrella

Ahora, luego de dar un paseo con mi mascota, y ya en otro tono, me reprocho haber escrito por encima de mis capacidades sin cuidar el disimulo. No es arrepentimiento, ni mucho menos vanidad, es que recuerdo, y es bien cierto, a la niña sevillana Alicia que me envió un e-mail de simpatía. Alicia no sabe que, además de una verdadera escritora, es una estrella que se distingue fácil en el firmamento. Y quiero recordar que hay 400 mil millones de estrellas por cada galaxia. Y entre 100 mil y 400 mil millones de galaxias. Con unas cifras así parece imposible que una estrella se pueda distinguir. Pues sí. Y no solo yo la puedo distinguir, cualquiera lo puede hacer con simplemente mirar al cielo y fijarse en la estrella que más brilla y leer su nombre: Alicia.

Gracias por tu e-mail, niña Alicia. Por contarme tus proyectos de futuro. Hoy brindaré por tu carrera literaria. Por ti, por tus padres. Por la salud de tu familia. Feliz Navidad.

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