domingo, 18 de diciembre de 2011

Discriminación positiva


No perdamos ni un minuto para amarnos. La familia, repito, la familia, no me canso, la familia. La suerte de encontrar un amor para amar es una bendición del cielo. De viejo sé de qué hablo. La sociología es la ciencia que estudia al hombre en sus relaciones con los demás, y está estupendo que la ciencia se preocupe por las relaciones de los demás. Pero las relaciones de los demás poco o nada tienen que ver con las nuestras en este mundo de prisas y asuntos inaplazables. Y luego nos acusan de rigidez en el pensamiento. Que no, que así no podemos alcanzar el amor, y si no alcanzamos el amor estamos muertos. Somos mayoritariamente de personalidad egocéntrica, intolerante a la crítica. Somos personas propensas a sufrir trastornos emocionales. Si dedicáramos tiempo a amarnos nuestra salud mental nos lo agradecería. Hablo de amarnos. De influir felicidad, de generar menos violencia. De oponerse radicalmente a un relativismo fanático donde cualquier estupidez es verdad. Fundamentalismos donde nada puede negarse. No a dogmas para siempre. No a absolutismo de por vida. Nos encaminamos a una realidad sin leyes de probabilidades en medio del oscurantismo más radical. Amor amar. Discriminación positiva.

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