sábado, 19 de noviembre de 2011

Volviéndome loco

Acabo de llegar de pasear con mi mascota y por el camino me encontré con un amigo. Vicente, se llama. ¡Qué apurón!. Lo cierto es que mi amigo tiene ideas políticas parecidas a las mías. Yo a él lo situó a mí derecha. Pero no importa. Lo que importa es que los dos nos pusimos rojos, y lo somos. Bueno, él tirando a naranja. ¡Señor!, cuando digo que reflexionar no es lo mío. El caso es que, estúpidos los dos, luego de años de amistad, no nos hablamos. Ni que Franco nos estuviera mirando de soslayo. Franco o Dios. Que decir Franco en aquellos tiempos era decir Dios. Hoy las cosas han cambiado. (No sé si mucho). Bueno, que no nos embargue el pesimismo. Mañana todos a misa y luego a votar. Por ese orden, ojito, que sé de buena tinta que el cura está preparando un sermón bendito donde deja meridianamente claro las cosas, pero sin decir, que a buen entendedor... Eso sí, al final, y para que no haya malos entendidos, que nos jugamos mucho, en idioma bilingüe dirá: ¡Rojos y maricones al paredón!.

Yo a este cura le diría, (y digo lo que siento porque ayer oí en el último minuto de la campaña electoral que, la Conferencia Episcopal pedía el voto al partido que defiende la vida, "no al aborto", y los valores, "los gay de vuelta al armario, sino al manicomio"), que Dios nos habla de muchas maneras y los testimonios son una de ellas. Reconocerlos e interpretarlos son una virtud que debemos ejercitar, pues ellos nutren la fe, nos abren los ojos sobre la grandeza de Dios en esta vida que es de todos. A veces escuchamos el testimonio de alguien sobre cómo Dios obró en su vida, sobre el milagro que el Señor ha hecho en él; sin embargo, en nuestra naturaleza humana buscamos una interpretación, una explicación que vaya de acuerdo siempre con nuestros intereses. (El humano ser egoísta). Sin lugar a dudas, y no es por hacer daño a nadie, esto nos aleja del conocimiento de la verdad de Dios. Y más del papa de Roma besándose (con otro) de una manera muy cariñosa. Seguro que si el papa se presentara a unas elecciones en este país no las ganaría. Al menos el PP y la Conferencia Episcopal no le votarían. Aunque mi amigo sevillano le votaría, y lo sé de fijo, que encima de su cama tiene un retrato del papa de cuerpo presente y le reza todas las noches a escondidas de su esposa.

Si los milagros pudieran explicarse humano, fijo dejarían de serlo. Precisamente es por eso que deberíamos dejar completar la obra de Dios. Porque ÉL nunca hablo mal del humano ser sino de amarnos los unos a los otros. Sin embargo, al final no le quedó otra que morir clavado en la cruz por nosotros. Y nosotras.

2 comentarios:

  1. Me gustaria que leyeses esta articulo que te mando lo colgue en facebook por si te es mas facil, la que lo escribe fue diputada en Andalucia el partido te lo inmaginas.
    Las metáforas de la campaña · ELPAÍS.com
    www.elpais.com saludos Antonio

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  2. No tengo facebook ni cualquier otra historia de esas. Y leer prensa es muy triste. Prefiero pensar que todo va bien.

    Salud.

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