Nadie conoce el misterio, pero sí asombra cómo el político profesional consigue el don de la palabra. Gente de poco hablar se vuelve locuaz y hasta convincente.
Con tanto delincuente y tanta corrupción. Con tanto irrespeto a las instituciones. Con tanta indiferencia a las leyes. Con tanto paro y tanto desprecio. Con tanto dueño de la política intentando llevar el erario a su casa ¿será verdad que hoy en la televisión un país busca a alguien que nos gobierne sin casarse con la gloria?
No hay comentarios:
Publicar un comentario