sábado, 22 de octubre de 2011

No me canso

Entre los muchos problemas que tiene la sociedad, no me canso, posiblemente el mayor sea la falta de esperanza, que son la ausencia de alternativas. Aquí, hasta los fieles seguidores de Cristo Dios andan con sus privilegios en crisis. Cansado, el país pareciera no estar por la labor de dar más batalla a las crisis hasta que se resuelvan las elecciones, y eso es preocupante. Lo otro es cantar boleros tristones, y vuelvo a la esperanza, pero ya herida en su fe. El pueblo siempre se hizo acompañar de la esperanza, pero no sé... Yo el asunto lo veo feo. Otros vendrán que buenos los harán. Las cosas no están claras. Falta liderazgo y sobran líderes como alternativa de poder. Ante tal panorama, y recordando que este mes de octubre es el mes que nos recuerda que el cáncer sigue haciendo de las suyas y que nadie se puede despistar, y menos confiarse, recuerdo que alguien me dijo, poeta sería, que para encontrarle sentido a la vida hay que estar cerca de la muerte, se aprecia más, y también se quiere más, y se tiene más empatía por la colindancia. Este país está más cerca de la anarquía que de la monarquía. Ahí está el país, y ahí están sus problemas sempiternos. Los poderes fácticos (político, económico y religioso) acuerdan actuar, en hacer algo bueno por el país, y lo hacen, pero no son capaces de llevar a la práctica sus actuaciones. Señores míos y del pueblo, aterricen de una vez, denle un beso a sus hijos y su esposa como cuando eran novios, háblenle de tu a María, la Magdalena, y luego, enamorados, hágase esta pregunta: ¿Qué podemos hacer para que algún día nuestros hijos vivan en un país mejor? (Vale, sí, de acuerdo, gracias, en fin, que aquí, salvo la especulación, los empresarios en sus oligopolios de precios acordados y las teorías del gobierno de cumplimos los objetivos por la gracia de Dios, todo marcha mal, incluida la fe y la esperanza, y eso sí es grave).

2 comentarios:

  1. Keynes hablaba siempre de las "Expectativas" como solución...

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  2. ... que a fin de cuestas no son más que nuestras esperanzas. Mejor no perder la fe, sin fe no hay esperanza.

    Salud.

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