jueves, 27 de octubre de 2011

El amor se cultiva

El  amor es un misterio que elabora su sentimiento entes de que sus receptores se den cuenta. No es algo que se pueda manipular ni algo definitivo; transita por el camino que anhela y se siente legitimado a invadir por derecho. No le gusta aceptar ayuda en situaciones desfavorables, a pesar de que su autosuficiencia es ingenua y como tal le impide afrontar los errores y los desaciertos, razón por la que alimenta y protege sus intenciones, aunque casi siempre insustanciales. El  amor evoluciona con el tiempo y en el avance del proceso madura. En cualquier relación, el amor pasa del desconocimiento a ser descubrimiento de un sentimiento para la buena convivencia. Eso sí, más allá de las distintas connotaciones que suscita el amor de por sí, estaría bien superar prejuicios y preconcepciones, en el caso de que los hubiere, y adentrarse en su naturaleza como si tal fuere... porque no es aconsejable ante el amor comportarse como adolescentes. El  amor se cultiva. El  amor es una pregunta que hay que darle respuesta, incluso en contextos de anemia espiritual como el que en este momento vive la humanidad. El  amor emociona, pero necesita poesía para desarrollar sus cualidades y llegar a ser experiencias que abren horizontes a los sentidos. El  amor es la anormalidad donde la regla es lo general y la excepción lo particular. (Comentario inútil pero extraordinario, admirable... ay, y estupendo).

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