miércoles, 21 de septiembre de 2011

Verdades

No soy persona de mucho mentir, pero me cuesta decir la verdad, sin embargo, la verdad que importa la conoces... así que no voy a contarte nada que no sepas, pero igual no te enteras que existen otras verdades. Algunas son verdades estupendas, y otras son una lástima que tú, inconscientemente, las guardas en el alma. Son acciones colindantes y propias, acaso sentimientos que ni tú misma conoces... Y lo peor, quizá nunca llegues a conocer, ni siquiera por qué las guardas... El humano ser es complejo, con decirte que a veces, ni yo mismo sé de qué van algunas cosas... ay. Y eso que, según la nueva ley laboral, después de practicar una profesión durante algunos años, te convalidan el título correspondiente para poder ejercerla sin haber ido a la escuela... ¿Escritor? Ya, ya me gustaría, pero no. A mí me convalidaron, dados mis antecedentes históricos, el título de psiquiatra de la cabeza, y además de jefe... Señor, qué poco saben de la vida, qué poco han sufrido, qué poco saben lo que cuesta olvidar... en fin. Igual hasta puedo presumir. Pero vuelvo a lo tuyo que es lo mío: lo creas o no, como a ti te gusta decirme, lo que es secreto para el hombre, y hablo por boca de mi esposa, así que no lo sé de fijo, no es secreto para Dios. Esto, de ser verdad, acabaría con mi carrera de jefe en psiquiatría de la cabeza. Pero no tengo ni idea por qué tienes que guardar nada en el alma, y si digo nada, quiero decir nada de nada, nada que merezca la pena, claro. Yo no guardo nada, lo bueno y malo, si es pasado, para qué darle tantas vueltas... Lo pasado es historia, y la historia solo la escriben los vencedores. Que guardar un sentimiento de odio es malo, y un sentimiento de amor parecido. Aunque del amor al odio, hay quien dice que solo hay un paso, pero tampoco lo sé de fijo. ¡Caramba!, parece que ya ejerzo de psiquiatra, nada sé de fijo... Escucha: Las cosas hay que decirlas y no guardarlas, sea lo que sea, malo o bueno, para poder pasar página y volver a volver, al amor y la santa poesía que es la vida misma. Esto está escrito por ahí, o sea que no es novedad, pero también lo digo yo, jefe en psiquiatría de la cabeza. Lo malo será cuando le explique a mi psiquiatra que ahora soy su jefe... (La vida da muchas vueltas, ¿verdad? pero a ti qué te voy a contar...).

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