lunes, 26 de septiembre de 2011

Ponerse al día

Le iba bien cuando ella vivía. Ahora aprovecha las vacaciones para poner al día las relaciones con sus hijos. Es la única época del año que pueden compartir, después llega el otoño con sus obligaciones y se vuelve a frustrar como padre. En las vacaciones comparten: él se siente necesario y aprovecha para poner al día su terapia educativa.

Les decía que necesitamos de nuestra propia libertad para ser nosotros mismos sin ataduras, porque el hombre cuanto más libre es más es él, y así puede entregarse a cualquier empresa con todo su empeño y capacidades. Ser capaz de tomar decisiones y responder ante ellas, incluso soltar amarras... Se pasaba las vacaciones "sermoneando" a sus hijos. Su política pedagógica se limitaba únicamente a las vacaciones con sus metáforas, vivencias personales y frases hechas, pensaba que así podía ponerse al día, pero sus hijos no opinaban igual, ellos necesitaban más de él, no simplemente unas vacaciones. Les privaba de la libertad que tanto pregonaba. Él, que siempre se remitía a esa esencia como fuente de vida sin pretenderlo les privaba de ella.

El error fue pretender enseñar el camino de la vida a sus hijos por medio de sus consejos que eran sus propias vivencias, sin darse cuenta que la fórmula era todo lo contrario: lo que debía hacer era enseñar el día a sus hijos con su compañía e intentar llegar a su corazón por medio del pensamiento.

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