domingo, 4 de septiembre de 2011

La recesión

El FMI advierte del riesgo de una recesión "inminente".

Christine Lagarde, directora del organismo internacional, cree que aún se puede evitar. EL PAÍS.COM.

Y yo, quiero decir que yo, como Christine Lagarde, también creo que aún se puede evitar. Y voy más allá, no me cabe la menor duda de que saldremos airosos de la crisis y que la recesión ni la consideraremos como hipótesis. Christine Lagarde directora del FMI y yo, sabemos que, como hemos sobrevivido, felizmente, a todas las miserias que vinieron para quedarse y se quedaron, aún se puede evitar la recesión. Y se puede evitar porque somos capaces de romper importantes premisas del genoma humano. Por ejemplo, somos capaces de vivir en la oscuridad como los fantasmas; resistimos sin trabajar dos años cobrando el desempleo, y la ayuda familiar, y todos los cuatrocientos euros que nos den con la promesa de buscar seriamente trabajo (Pérez Rubalcaba); compramos los huevos al precio que les pasa por ellos; convivimos con todo tipo de virus y bacterias pase o no el camión de la basura; vivimos temerosos de Dios para no caer en la mentira, aunque inexplicablemente aceptamos todas las promesas de los políticos; irrespetamos la Constitución porque no creemos ni en la madre que nos parió; preferimos un domingo a un lunes, la fiesta, la siesta, el sofá y la cama, a trabajar. Y otros asuntos más serios y delicados como la recesión esa porque estamos a tiempo de evitarla. (Creo que este análisis debería dar motivo a una corrección de los estudios sobre economía cuántica. Quantum economy, que diría José María Aznar).

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