jueves, 22 de septiembre de 2011

Esto no puede seguir así

¿En qué sitio de nuestro yo interior reside la conciencia? ¿En qué rincón del corazón se encuentra las razones por la que una persona ama a otra? ¿En qué lugar el olvido, y más, por qué es tan difícil y lento el proceso de olvidar? ¿Y del dolor de alma qué? El asunto es serio.

No recuerdo si fue ayer... o antes de ayer... ay, tengo tanto en la cabeza que tendré que delegar algunas de mis obligaciones o acabaré mal. Digo que no recuerdo cuándo tuve visita con mi psiquiatra, no lo sé, el caso es que por primera vez en años me habló de lo suyo, no de lo de ella como siempre, sino de lo suyo, de su profesión, de psiquiatría. De la mente y eso... Nunca entendí por qué esta mujer solo me habla de ella. Pues bien, fue entrar en su consulta, y enfadada, empezar a echar por aquella boca en contra de la conducta humana como una posesa. A mí me ocurre de cuando en vez, me desbarato por algo y pierdo el norte, pero como no sé nada solo grito. Que si la conducta humana, que si los que analizan el yo interior tienen muy claro la inutilidad del auto-análisis, lo de preguntarse a uno mismo, lo de la evaluación propia que también lo definen como auto-concepto. Había que verla, era Sigmud Freud envenenado. Luego me habló de su trabajo en la SS, que no la tratan bien, que no la motivan, incluso que le marcan objetivos definitivos. Yo en la vida... qué objetivos definitivos se le pueden exigir a un psiquiatra, hasta aquí podíamos llegar... Uno está loco y lo está para siempre... ¿o no? Cómo entonces vienen ahora y que si patatín a la calle que estás estupendo que Roche ya no nos sirve las pastillitas por falta de pago y esto lo arreglan ellos sanando a todos los locos del país como si fueran Jesucristo en el Monte de los Olivos curando a tutiplé sin cita previa. ¡Oiga!, perdón, que igual no hay nadie ahí. Solo decir que la crisis acabará enterrándonos a todos y a todas sin remedio. Ya uno no sabe a qué atenerse, no existen conceptos base, tampoco expectativas de futuro, y más que nada criterio sobre uno mismo... Cuando salí de su consulta estaba muy mal, desorientado, temía por mí, por mi autoestima. Por el crecimiento de mi yo particular como núcleo vital... No vuelvo, antes me tiro al monte que volver. Allá ella y sus psicoanálisis, o lo que sea que me explicó y no entendí... que igual no iba por mí, que no lo sé. Es igual, que la SS y Roche se arreglen, que les paguen de una vez. ¡Qué vergüenza!. ¡Mal pagadores!. Hay que joderse.

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