martes, 23 de agosto de 2011

Una amiga de juventud

Después de que una amiga en común... vino la llamada de móvil y nos citamos en el hotel. Llegó sola. Y nos dimos un beso treinta años después. Nuestros caminos respectivos nos alejaron y con ellos el olvido hizo de las suyas... De ella recuerdo que era una joven hermosa que estaba "colada" por mí. (Una de tantas... así yo de joven). Enseguida hicimos planes para una cena íntima, que luego ya Dios a instancias de la María... Con los cafés vinieron las preguntas. Y sin darnos cuenta pasamos de las palabras a los hechos. Entonces me di cuenta de sus verdaderas intenciones: le compré una tartera y un cazo. Creo que hice buena compra, aunque no esperaba ese final. Decía Antéstenes: "Dos cosas hay que no pueden conseguirse con el oro: La amistad verdadera y el verdadero amor". Y yo añadiría la juventud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario