lunes, 15 de agosto de 2011

El cuento de los tres filtros

"No sé quién eres ni me importa... simplemente no te vi llegar".

Hoy, una verdad malintencionada y sus consecuencias me hace sentir derrotado por la envidia y la maldad de una comunidad. Lo que siempre estuvo claro es que era una gran mentira, y que solo necesitaba tiempo para aflorar... En una comunidad como la nuestra en la que unos hablan mal de los otros con toda naturalidad, las víctimas más frecuentes son las que en una u otra faceta de la vida tienen éxito. A quien triunfa se le aplaude, después, si se mantiene se le calumnia. Hoy es un día estupendo para recordar "El cuento de los tres filtros".

-Maestro, un amigo tuyo está hablando mal de ti...

-Espera, ¿has hecho pasar por los tres filtros lo que has venido a contarme?

-¿Cuáles son esos tres filtros?

-El primer filtro es "la verdad", ¿estás seguro de que lo que me vas a decir es absolutamente cierto?

-Bueno, no me lo ha dicho él directamente, se lo oí contar a unos vecinos...

-Al menos lo habrás pasado por el segundo filtro, el de "la bondad". Dime, ¿lo que me vas a decir es bueno para alguien?

-A decir verdad no, más bien todo lo contrario.

-Bien, pasaremos al último filtro, el filtro de "la necesidad", ¿crees que es realmente necesario hacerme saber lo que un amigo mío está hablando mal de mí?

-De hecho, no.

Entonces, complaciente el maestro le dijo: si no es verdad, ni es bueno, ni es necesario, mejor lo enterramos en el valle del olvido. No siempre podemos evitar que hablen mal de nosotros. (No dejes de hacerle caso a tu marido. Él sabe).

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