domingo, 3 de julio de 2011

Ya basta de mediocridad

"Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas", dice la RAE en una de sus acepciones sobre la rutina. Y, a su manera, Joan Manuel Serrat canta: "Si la rutina te aplasta dile que ya basta de mediocridad". Pues bien, yo pienso y digo como el Serrat: Ya basta de mediocridad, porque la rutina es la espiritualidad insatisfecha e insensible a la emoción. La rutina es ansiedad. Y por no decirle asesina, solo la maldeciré. Controladora rutina que envenena la creatividad y aleja el camino de las personas en su curso natural. La rutina que no sabe de ilusiones y amenaza la esperanza. Y por si no le bastara con el desolador dale que te dale de sus horarios y sus agendas, tiene como cómplices a unos depravados, supuestos seres racionales, que siguen condenando la locura como origen de todas los males por vivir y dejar vivir simplemente. Y sin hacer daño a nadie, ojo. Idílico modelo de vida actual. Lástima. Mario Benedetti, poeta del amor y de la vida (y casi un dios), aseguraba que siempre debíamos elegir entre la explosión y la rutina. Y entonces...

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