sábado, 30 de julio de 2011

Impaciente Patricia

-¿Y yo qué? ¿Y ahora qué? ¿Y yo para cuándo? ¿Y a mí cuándo me toca?
-¿Y yo qué? ¿Y ahora qué? ¿Y yo para cuándo? ¿Y a mí cuándo me toca? Pero niña, ¿qué quieres decir?
-Que mi hermana encontró trabajo y yo no.
-Tú no, ¿y qué?
-Que es una injusticia...
-¿Acaso tienes envidia de tu hermana porque encontró trabajo?
-Yo envidia de mi hermana... Qué gracia...
-Pues no te entiendo, cariño.
-Quiero decir que para cuándo lo mío... a mí cuándo me toca... para cuándo trabajar... ¿Entiendes?
-Claro, pero qué... las cosas viene cuando vienen y son como son... A propósito, ¿tú qué has estudiado? Bueno, es igual, lo que importa es que pronto te irás de casa...
-Pero qué dices... En serio: ¿qué puedo hacer después de acabar mis estudios?
-Pues ponerte atrabajar y ganar dinero... Pero te irás pronto, ¿verdad?
-Hoy es uno de esos días que es imposible hablar contigo. ¿No recuerdas que llevo dos años apuntada al paro y que los jóvenes somos el cincuenta por ciento de los parados de este país? Marcho, me voy, mejor hablamos otro día que estés... o que vengas.
-Adiós cariño, hasta la noche. Y no dejes de sentir el Arte y vivir tu vida... La de tu hermana ya se encargará ella. Que por cierto, no lo hace mal.

Mi hija no sabe lo orgulloso que estoy de ella... y de sus estudios en Historia del Arte... Porque el Arte es la esencia mágica de todas las cosas. Donde se concentra la divina emanación de todas las incógnitas. El Arte es la expresión que apacigua la indómita energía instintiva, la privilegiada intuición de las cosas. El Arte es el goce, las sombras que iluminan y proyectan la plenitud de la consciencia. El Arte es vida. Sin Arte seríamos burdos instrumentos de las rutinas incapaces de admirar el sortilegio de las auroras, el sentimental atardecer del ocaso, la esencia de las flores, la extraordinaria sensación de la música, la expresión maravillosa de los colores, la ternura invisible de la santa poesía y la iluminación del amor. Que eso es Arte, pero ella aún no lo sabe.... está empezando. Pero pronto se consagrará en abrir ventanas de esperanzas a la vida y disfrutará de las quimeras imprevisibles y del vuelo sutil de las sensaciones más hermosas... Ella pronto sabrá apreciar la sublime estética del paisaje que más que paisaje son imágenes oníricas tangibles y versátiles transformadas en obras de Arte, donde cada uno expone su estilo alcanzando la heterogeneidad y la sutileza que recorre el amanecer de la sorpresa hasta el crepúsculo de la eternidad... (A Patricia, por ejemplo. Impaciente Patricia).

Te quiero.

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