Calderón de la Barca dijo: "la vida es un sueño y los sueños sueños son". Sin embargo, antes, William Shakespeare había dicho: "somos del mismo material en que se tejen los sueños y nuestra pequeña vida está rodeada de sueños". Entonces, pregunto: ¿es o no, somos o no? No digo que yo sea el resultado de mis sueños pero me ha dado por apostar por ellos, los considero ideales incluso como proyecto de vida.
Un día les hable de mi mascota y la presenté como mi mascota sin nombre. El motivo no es otro que mi mascota es famosa, popular, conocida... es un amor y punto. De ahí que prefiera guardar su intimidad... Qué curioso, hoy les quería hablar de mí y los sueños, y el teclado me lleva directo hacia ella... Ay, mi mascota está mayor, es vieja y está enferma. Apenas es capaz de subir las escaleras, lo intenta pero no puede... y me mira impotente de una manera para que la ayude que me rompe el alma... Siento una pena inmensa, repito, inmensa. Quien tenga una mascota sabe de qué hablo y cómo me siento. Dije que quería hablar de mí y los sueños y eso haré. Pero hablaré de mí desde que frecuento este espacio de escritores. Y digo que los supuestos valores que mis padres me inculcaron de pequeño se están yendo al carajo en solo una semana porque siento una envidia enorme. Son opiniones, comentarios, críticas... es poesía. Son escritores de talento que saben explicarse sin lastimar la palabra. Yo solo me explico si "corto y pego" poesía de Ángel González, Pablo Neruda y otros. El talento es todo para quien escribe. Con talento un escritor, y si digo escritor digo escritora, puede escribir las historias más extraordinarias. Los escritores de talento son expertos en todas las materias y siempre tienen historias maravillosas que contar... Si yo tuviera esa delatora cualidad escribiría un día y mil noches hasta que no apareciera en la lista del amanecer al día siguiente. Y escribiría siempre algo interesante que interese. Un poema, una canción, un pensamiento hermoso... incluso sería capaz de arrancar una sonrisa a quien pasara por aquí. Una bendita sonrisa de soslayo. (De los sueños hablaremos otro día).
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