jueves, 14 de julio de 2011

La globalización

La globalización en el mundo es lo que une a las personas y da sentido a la vida. Todo lo contrario es el humanismo que brota del odio y el desprecio al prójimo, estimulando el desasosiego, el miedo, la incertidumbre, la división y la desestabilización en la sociedad. Por tanto, hay que favorecer el deseo de tranquilidad al que todos y todas aspiramos. Sabemos que la globalización es inherente a la naturaleza humana y que se encuentra en el alma de las personas y en sus creencias. El mundo será sabio el día en que todos sus moradores confíen en la tranquilidad que produce la globalización en el mundo socioeconómico. Desde luego pueden ser muchas las adversidades, pero a base de globalización podemos solucionar mejor nuestros problemas. No olvidemos que la suerte siempre brota en lugares tranquilos donde se pueda reflexionar, donde uno puede verse hacia dentro y meditar con el fin de reavivar el espíritu humano en la conciencia que es la única que puede producirnos frutos de concordia y solidaridad. Tenemos que recapacitar sobre los valores y la necesidad de entendernos en el mundo. A partir de las diferentes ideas hay que buscar puntos de encuentro que nos confraternicen. El sentimiento humanitario y el ánimo de autenticidad no solo nos hacen crecer interiormente, sino que incluso nos forja una nueva visión que nos incita a comprender nuestra presencia en este planeta de autor. Según veo yo el asunto, la ciudadanía se debe respeto, y el punto de encuentro está en la armonía solidaria. Desde luego, todas las controversias se pueden solventar por medios pacíficos. Dar el todo por nada para conciliar modos y maneras de vivir y convivir entre las personas. La globalización es la apuesta por el desarrollo mundial que nos debe entusiasmar. Hay que huir de la bestia cultural que toma la palabra para imponer su lenguaje. La globalización puede gobernar el mundo equitativamente, es la ley que tiene que ver con el orden y la justicia social. Que se levante, por consiguiente, el coraje de la gnosis contra ese diluvio de locuras y venganzas que deshonra a la especie humana. La globalización es el camino. Y Angela Dorothea Merkel con sus actitudes y su mensaje de sensibilidad bienhechora, desprendida y solidaria, nuestra guía, nuestra pastora espiritual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario