martes, 19 de julio de 2011

"Déjà vu"

Soy persona que de cuando en vez me reúno conmigo a recordar mi vida que es ya de antología. En ese estado, la poesía y el amor, juegan un papel preponderante con argumentos románticos. Pero a veces me falla la memoria para recordar lo que en un tiempo pasado fueron sentimientos del corazón y pienso que aún olvidados mereció la pena sentirlos entre en la negación de un plebiscito sin manifiestos y discursitos autoritarios, trasnochados con amenazas por querer vivir siendo joven. Eran tiempos que, de tanto recordarlos me tienen agotado. Por qué los errores del pasado a poco que se descuiden no tienen pasado. Pienso si nuestra vida actual será solo pasado: "Déjà vu". Entonces es cuando me pregunto por qué no me has dado ni un poco de ti... Nunca encontré dulzura en los besos que no me diste... Quizá sentimos diferente nuestro amor... No lo sé, hoy estoy espeso de pensamiento, pero creo no extrañar tu ausencia. Pienso en ti sin sentir tu presencia, amor entregado al olvido. Sin embargo, hoy, si aparecieras y me prometieras un mar y tu agua de lluvia para inundarlo te diría que no. Con decirte que no hecho en falta tus ojos ni mirada. Tu extremada timidez. Es preferible olvidar que sufrir, es preferible pensar que hubo un día... es preferible olvidarte a que me olvides. ¡Qué! Pero si no concibo mis sueños sin ti... Es doloroso no poder recordar. Quizás algún día nos volvamos a encontrar por algún inesperado camino y de nuevo caminemos juntos, tal vez después abrirnos en canal el corazón... Por qué tu recuerdo lo he sepultado en el olvido... Yo no tuve nada que ver... No me importaría saber que resucitaste y que has regalado tu fondo de vida y tus gozos de mujer apasionada... No quiero hurgar en tu pasado, mujer de los ojos tristes, ojos delatores que siempre fueron de tus sentimientos... Esto más bien es un alegato de alguien derrotado por sus errores... ¿Por qué quiero arrastrar tu alma hacia mí y que tomes el rumbo de mi vida...? Si aparecieras ante mí, en tu existencia actual, ni qué decir tiene que estaría dispuesto a que me afligieras como herida del pasado... Sí, sí. Confieso que sigo viviendo mi locura de amor... mis desvaríos y, lejos de pesares y agravios, sigo viendo ante mis ojos aquel tu corazón abrirse ensangrentado sin darme cuenta que ya era mío. (Tan pobre y triste de caricias, solo espero que vuelvas algún día).

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