viernes, 22 de julio de 2011

Clodomiro, Clodomiro... cómo te trata la vida...

Hoy, en la radio del coche, viniendo hacia casa escuchaba esta canción: Clodomiro, "El Ñajo", de Carlos Mejía Godoy... Es una canción graciosa. Hacía mucho que no la escuchaba. Y qué pregunta... Si me la hicieran a mí quizá la tuviera que contestar como lo haría Rajoy: "o bien o mal". No es fácil de contestar esa pregunta, puesto que la mente suele relacionarse con la habilidad que cada uno tiene para resolver los problemas... Y yo tengo déficit mental. Mi mente no procesa. La pregunta me hace recordar un libro que leí cuando era niño, el libro tenía respuestas para todo. Era un libro sabio... Ya de mayor lo busqué y en una vieja librería me dijeron que estaba descatalogado... Quién lo tuviera en estos días de confusión y falta de respuestas sería como mínimo un gran poeta. Mi mente absurda solo es capaz de recordar las operaciones matemáticas que aprendí para aplicarlas a mi vida cotidiana... cierro el grifo diecinueve veces; cuarenta y cuatro la puerta; dieciocho la ventana... Daría de buen agrado lo que no tengo para dar solución a los problemas que impiden a mi mente flexibilidad y capacidad de comprensión. Que gratificante sería poder tener la sensación de libertad que cualquiera supongo experimenta al superar un conflicto de intereses... Cuando algo complicado asoma a mi vida la mente me confunde y mis ojos perciben una realidad pasada por el filtro de un pesimismo absurdo e irracional. Hoy, quizá porque nada ocurre por casualidad ¿? viniendo en coche, la canción de Clodomiro, "El Ñajo", me ha hecho recapacitar. Quizá para recordarme que tengo pendiente de aclarar una duda con una amiga, que por un malentendido, nos hemos dejado de hablar... Debería hacer algo para remediarlo antes que se vuelva crónico el malentendido, pero ya casi es de noche, que hoy salí de madrugada de casa y acabo de llegar... Fue llegar y ponerme a escribir, tenía necesidad de escribir, quizá para saber cómo enfrentarme a ella y al malentendido, pero a mí la noche... Y ya lo es... Pero si hay fuego en los sueños... y también en las pasiones... y en las pulsiones de todos los enamorados. En las grandes emociones y en las contradicciones del amor. Poesía: ¿qué ya no sabes cómo explicarte...?

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